El hijo de mi hijastro 4
Hoy salí de compras y fuí a la tienda de artículos y excentricidades sexuales. Teniendo en mente al hijo de mi hijastro me dirijí al área de vaginas y traseros de silicón. Les juro que al ver tanta variedad me quedé de una pieza. En eso se me acercó una de las chicas que trabajan allí y comenzó a orientarme. Me mostró una nueva pieza que son unas nalgas con torso y huecos para el culo y la chocha. Yo pensando en el hijo de mi hijastro y su gran vergota,le comenté que lo veía estrecho y ella procedió a meterle sus dedos y expandir los orificios y a la verdad que me quedé con la boca abierta y ella sonrió morbosamente y mirando mi boca sin sacar los dedos de los huecos, pasó la lengua por sus labios me soltó una propuesta, y para eso también tengo algo refiriéndose a los dildos que vendía. Me reí y le dije que ya hablaríamos de eso. Confieso que ya mi pinga se estaba haciendo notar con tal vendedora. Sus manos muy suaves y bien cuidadas, las imaginé dándome dedo por el culo que a esta hora me palpitaba, me lo llevo y ella sacando los dedos me del medio cuerpo de goma dijo, buena selección. Le pedí que lo envolviera para regalo y nos dirigimos a la sección de dildos, ella es una experta en el sexo y me preguntó si era para uso personal o para regalar a otra persona. Me sonrojé un poco y ella me dijo, tranquila, soy profesional y quiero que confíes en mí. Me tocó las nalgas y me dijo, tengo lo ideal para una persona como tú. Me mostró una verga de unas 24 pulgadas de doble cabeza y vibración de 3 velocidades. Pensé en mi nuera y en mi noviecita, mi pinga se creció aún más y ella me dijo, si me muestras ese paquete te daré un jugoso descuento, yo pagaría el precio completo pero ella se arrodilló frente a mi y subiendo mi diminuta faldita y mi panty sacó mi verga y se la echó a la boca, lamía como una gatita y chupaba con suavidad hasta hacerme venir a gemido limpio. Me mordió las bolas y otro borbotón le baño la cara. Se levantó y se bajo el pequeño jean y me suplicó que le empujara mi bichote en su empapada gruta de placer. Comencé con mi tarea y a los pocos minutos ambos nos entregamos la esencia de nuestras bellacas almas. Agitadas fuimos a la caja de pagos y aparte del descuento, me regaló unas pelotas que usan las lesbianas para mi nuera y para mi noviecita. Nos vemos pronto le dije y ella me dijo, de eso estoy segura y acompañándome a la puerta me dió un beso de lengua, bien rico. Al girarme para salir, la muy cabrona me pegó una nalgada que me dejó ardiendo,la nalga. Me grito desde la puerta, bye Sharon, bye Jennifer,le grité. Me subí al auto con la ilusión de llegar pronto a casa y en una esquina veo el carro de Maggie, la mal llamada amiga de mi nuera, reduie la velocidad y para mi sorpresa como mi vehículo es más alto que el de ella, la veo con la blusa desabotonada y las tetas al aire y mi marido chupándole sus globos de carne, ella tenía una mano extendida fuera de la ventanilla con un cigarrillo. Deliberadamente detuve mi carro paralelo al de la puta infiel y al verme palideció e Instintivamente separó de su pecho a mi extasiado macho. Tal parecía que se habían cagado encima del susto de ser sorprendidos en pura pifia. Aceleré fuerte y las ruedas chirriaron contra el pavimento. Yo tan necia, tan pendeja, me estacioné en un parque y me eché a llorar como colegiala que sorprende su novio con la chica popular del colegio. Prendiendo un cigarrillo y aspirando una gran bocanada me vino a la mente lo bien que había comenzado mi día y lo entusiasmada que me dirigía a la casa. Frustrada metí la mano en la bolsa de la tienda y agarré uno de los dildos que había comprado a Jennifer y bajándome el panty a los tobillos me alcé un poquito y tirándole sendo salivón lo lubriqué y me fuí sentando poco a poco sobre el aparato lo desaparecí entre mis nalgas. Llorar, era lo que quería porque no sólo a mí me estaban colgando los cuernos sino a mi nuera y a mi noviecita. Claro que Maggie es tremendo polvo, pero carajos, esa puta nos había jurado que no estaban viéndose. Me sentí tan pendeja y tan cabrona que tardé en cogerle el gusto a tan largo bicho de goma. Al final, trayendo a mi mente, las orgías con mi mujer, mi noviecita y mi nuera, grité de placer y repetía mierda, mierda, mierda, OMG, OMG, OMG, coño, coño, coño,solté un chorro de leche que llegó al techo y el panel de control de mi carro y moviéndome de atrás hacia adelante y de arriba a abajo me chingué yo misma. Buscando en mi bolso, saqué el paquete de cigarrillos y unas toallitas húmedas, prendí un cigarrillo y comencé a limpiar mis líquidos íntimos que había soltado hacía un momento. Ya recuperada, me acomodé el panty y extrayendo mi recién estrenado bicho de silicón y me dirijí a casa.