El padrino
Corren los años 1920, en plena ley seca, el nuevo padrino del clan es un hombre joven que ha heredado el mando tras el reciente asesinato de su padre, su madre y su propia mujer en un “accidente” de tráfico mientras volvían juntos de una celebración. Tiene una mercada fama de despiadado y rudo. Detesta que le lleven la contraria y tiene poca tolerancia a los errores.?
Ella se encarga de cuidar a sus hijos, una joven niñera que se ocupa también de otras tareas en la mansión familiar. Cuando uno de sus hijos se atrevió a darle una mala contestación en la mesa, el padrino miró a la niñera culpabilizándola de ese inapropiado comportamiento del crío.?
Una vez acabada la cena, los niños ya dormían y él la llamó a su despacho. La esperaba sentado en el sillón, le pidió que se acercase, esa falta de disciplina que había mostrado su hijo en la mesa la tenía que pagar ella.?Le indicó que se tumbará boca abajo sobre su regazo, apartó su vestido dejando al aire sus nalgas y su lencería, y comenzó a propinarle una serie de azotes que iban transformando el color blanco de la suave piel de su trasero en un rojo cada más intenso.?
A cada azote ella se quejaba, pero al mismo tiempo una extraña sensación recorría su cuerpo, las firmes manos del padrino, golpeando repetidamente su terso culo la estaban excitando, notaba como el calor aumentaba entre sus piernas, su sexo se empezaba a humedecer y sus quejidos se iban convirtiendo en gemidos de placer.?
Al notar la excitación de la joven, el padrino comenzó a sentir como su miembro empezaba a crecer, y sus deseos de castigarla iban dando paso a otro tipo de intenciones.?La obligó a arrodillarse frente a él mientras se desabrochaba el cinturón. Le rodeó el cuello con el y la atrajo hacia sí, sacó su polla y comenzó a golpearle la cara con su miembro, todavía medio flácido, hasta que se puso duro como una piedra.
?Restregaba su polla sobre los carnosos labios de la joven, forzándola a separarlos para dar cabida a su glande, que introdujo dentro finalmente.?
Con el cinturón tiraba de su cuello haciendo que ella tragase toda su verga hasta el punto de que aparecía el reflejo de una arcada. Entraba y salía de su boca, embadurnada en abundante saliva, que resbalaba sobre su barbilla y caía sobre sus tetas.
?Así estuvo largo rato, su prepucio inflaba sus mejillas desde dentro, recorría cada centímetro de su boca, la follaba como si estuviese penetrando el coño de la joven, empapado en aquellos momentos en que ella había ido deslizando disimuladamente sus propios dedos en su interior.
?Chorros de espesa y templada leche inundaron sorpresivamente su boca, haciéndola apartarse para toser y recuperar el aliento. Le mostró el contenido de su cavidad, su leche esperando a ser tragada o escupida, mientras su mirada reflejaba sumisión.?
– Trágatela toda.?
Ella obedeció e hizo desaparecer el denso líquido por su garganta, enseñándole después su boca vacía.?
– Estupendo. Espero que hayas aprendido la lección.?
Texto e ilustración por @sexticles?
Dedicado a Leti27