Su misión
Aquel dia habia poca gente en la piscina. Solo algunos grupos aislados de
chicos y algun nadador solitario.
Ella era de las que habia ido a nadar. Aparte de que le gustaba el agua,
solo iendo sola se sentia agusto llevando un bañador. No era
particularmente agraciada. Tenia un cuerpo regordete y de cara no era
especialmente guapa. Alguna vez, cuando habia ido con alguna amiga, siempre
se sintia un poco apartada cuando la amiga empezaba a tontear con algun
chico y a ella no le hacian caso.
Pero aquel dia, algo era diferente. Desde el primer momento un chico que
era habitual en la picina, le comenzo a mirar constantemente, sin quitarle
ojo de encima. No se habria sentido tan incomoda si no fuera porque aquel
chico particular le gustaba mucho, era guapo y diferente a otros. Si
hubiera sido otro chico, seguramente solo la miraria por sus pechos, lo
unico que destacaba en ella y en lo unico que se fijaban algunos chicos.
Pero ese chico nunca la habia mirado, nunca de aquella manera.
Se puso realmente nerviosa cuando se puso a nadar en el mismo carril que
ella y en un par de ocasiones intento hablarle. Solo fueron par de holas y
algun “pasa tu primero”, pero suficiente para que empezara a excitarse. Era
un chico con el que habia fantaseado muchas veces.
Se puso a un mas excitada cuando en una ocasion, aparentemente de forma
ocasional el le rozo el trasero. Y en la siguiente, el se acerco demasiado,
y sin saber como, ella le dio con el pie entre las piernas y pudo notar lo
que ahi le colgaba. El hizo un gesto comico como si le hubiera dolido, y
continuo nadando.
Cuando mas excitada estaba, cuando pensaba que realmente se habia fijado en
ella y estaba dispuesta a hablar con él, el chico se marcho y volvio con
sus amigos.
Lo que ella desconocia, era que todo habia sido un juego, una apuesta de
aquellos chicos para que la seduciera. Pero ella no lo sabra nunca y se
marcho a los vestuarios con buen animo y mas excitada que nunca.
Sentada en el banco preparada para ducharse, sola como estaba, no pudo
evitar comenzar a tocarse. Tenia que masturbarse alli mismo. Asi que
comenzo a apartarse el bañador y metio sus dedos en su humedo interior.
Sabia que si escuchaba la puerta, tenia unos segundos para aparentar que
solo estaba cambiandose, pero suficiente para que no la descubrieran, asi
que se dejo llevar, fantaseando con follar con aquel chico.
Pronto comenzo a animarse mucho y a gemir un poco de forma descontrolada.
No supo que paso exactamente, solo se dio cuenta que se habia puesto de pie
de un salto, con las pulsaciones a mil y que estaba quitandose de forma
apresurada el bañador. Sabia que habia escuchado la puerta, por eso habia
saltado, pero no habia entrado nadie. Quizas solo se lo habia imaginado.
Decidio que era mejor meterse en la ducha ya. Allí, se dio cuenta de lo
tonta que habia sido. En aquellas duchas individuales, podia masturbarse
cuanto quisiera sin que nadie la m*****ara. No iba a meterse otra chica
dentro a ver que hacia, asi que se apollo en la pared y deslizo su mano de
nuevo hasta la entrada de su coño. Solo echo en falta tener a mano algo mas
que sus dedos, algo que pudiera darle la sensacion de lo que entraba dentro
de ella era la polla de aquel chico.
De nuevo mientras se dejaba llevar, se llevo un susto enorme. Esta vez no
era una falsa alarma. Alguien estaba en la ducha con ella, la habia
sujetado por la espalda, y le tapaba la boca con una mano. En principio se
asusto mucho, sabia que no era ninguna chica, que tenia que ser un hombre.
Cuando sintio que otra mano se dirigia a su coño, supo que efectivamente se
trataba de un hombre.
No opuso resistencia, sabia de quien se trataba y la excitacion subio al
maximo. Noto una polla dura contra su trasero, una polla dura cubierta por
un bañador. Una polla enorme que deseaba introducirse dentro de ella.
La mano del hombre no se aparto de su boca, aunque ya no habia peligro de
que ella gritara asustada, pero si de placer. La otra mano le trabajaba el
clitoris con profesionalidad. Recosto su cabeza contra los brazos echada
hacia delante contra la pared, se dejo hacer.
El chico saco su polla, pero para sorpresa de ella, no entro en su caliente
coño, sino que entro en su inexplorado culo. Ella se dejo, no queria que
acabara aquel momento. Sintio un fuerte dolor al principio, que reprimio
intentando morder la mano que le tapaba la boca.
Cuando ya solo se oian gemidos de placer de ella, el retiro su mano de la
boca y tomandola por las nalgas, le follo el culo aun mas fuerte. Ella tuvo
varios orgasmos increibles que jamas habia tenido. Entonces fue cuando pudo
porfin probar lo que deseaba y sintio como aquella enorme polla se metia
dentro de su coño.
Solo necesito un par de envestidas para correrse como una loca. Pero el
chico siguio dandole duro, follandola como si no hubiera mañana. Era sin
duda el polvo de su vida.
– No te corras dentro por favor.- Fue la primera frase que le decia.
– Entonces comemela y deja que me corra en tu boca.
Ahi fue consciente de lo que pasaba. No era aquel chico, no sabia quien
era, pero no era aquel chico. Se giro y descubrio que se trataba de un
hombre que seria unos dies años mayor que ella. Entre sus manos palpitaba
una polla enorme, tan enorme que no sabia como podia haberle cabido dentro.
– Va comemela- dio él.
Ella se agacho de nuevo confusa. Y haciendo lo que le pedia, comenzo a
comersela. Chupaba la cabeza de la polla primero lentamente, pero luego
excitada, lo hizo mas rapidamente. Aunque se habai dejado engañar pensando
que follaba con el chico que le gustaba, aquel hombre no estaba mal, y la
habia follado muy bien. No pudo resisir las ganas de masturbarse de nuevo y
medio dos de sus dedos en su coño.
– Aun no has tenido suficiente?
Y alzandola de nuevo, la apreto contra la pared sujetandole una de las
piernas para poder metersela.
– Tienes un coño delicioso.- Le decia el mientras se la metia de nuevo de
forma salvaje.
Ella no contestaba, se dejaba llevar por el placer y no pudo reprimir sus
gritos.
– No grites.- Y le tapo de nuevo la boca con la mano.
Ella se sentia prisionera. El la tenia completamente inmobilizada. Con una
mano le tapaba la boca, con la otra le sujetaba los brazos. Y con la polla
la atrabesaba arrancandole gritos de dolor y placer.
– Ahora si, comemela.
Ella obedecio y se agacho. No le dio tiempo a chupar mas de dos veces antes
de sentir el sabor del semen en su boca. Se quiso apartar y respirar, pero
la boca se le lleno tambien de agua de la ducha. El la agarro de la cabeza
y la obligo a seguir chupando aquellas gotas de semen.
No se dio cuenta de que habia pasado, segundos despues aquel hombre no
estaba y ella volvia a encontrarse sola, con el gusto de semen en la boca.