Experiencia Cero Parte 2
Llevo un tiempo esperando a que la parte uno sea publicada, está vez ha tomado más tiempo, comparada con mis anteriores historias, en ser autorizado; comienzo a creer que tal vez no llegue a estar disponible ='( y le puse empeño a esa Introducción, bueno por si si o si no, pues la parte 2.
Previously on The Walking Dead… digo en la parte 1…
Básicamente aquí un resumen: Conocí a una chica que era “de las populares del colegio”, porque todo mundo la conocía y porque siempre andaba en las fiestas; ella y su grupo de amigas eran como el centro de atención (para algunos).
Tuve suerte, ya que por una tontería, poco a poco me fui acercando a ellas, las fui conociendo durante algunas semanas, hasta tener conversaciones cada vez un poco más largas, y aunque yo ya sabía mucho de ellas, parecía que ellas solo me recordaban como uno más del montón, alguien irrelevante.
Al principio me gustaba la que, yo consideraba la líder, una chica, que te volteaba a ver muy segura, una chica que tenía bellas piernas, como de conductora de TV, era linda y la forma en como te hablaba, a mi me envolvía, eso y además de que también por suerte, en una ocasión pude ver bajo su falda por unos segundos.
Ella casi siempre te miraba como haciendo cara Sexy, y creo que le funcionaba porque no solo a mi me pasaba, casi nadie podía decirle que no =O
En fin, un día estaba platicando con su grupo de amigas y ella, pero estaba alguien distante, me refiero a que estaba reunida con el grupo, pero no participaba, solo estaba viendo su celular, yo no la había visto antes, pensé que era nueva.
Ella estaba usando leggings negros, que parecían desgastados, con una franja verde, y estaba solo checando su celular, recargada, de tal forma que enseñaba su bella figura.
Una figura como está
Pero gracias al amigo sol, yo podía ver algo como esto.
Al ver esto, creo que mi interés por la líder se esfumo, porque en aquel entonces veía algo así y yo solo podía pensar:
Yo: – Que rico se ve eso, y se le nota la tanga debajo =O
Pero ahora, soy adicto, y cada vez que veo uno de estos por el centro comercial, o caminando, es casi seguro que se le nota su tanga (ahora es requisito, pero hubo un tiempo en donde no era tan tan común ver qlitos en leggings y que llevaran tanga)
Esta chica del Legging, Sandra era su nombre, llevaba un corte de cabello que le cubría la mitad de su rostro, pero se veía bien.
Me despedí de ellas de beso, y me fui a mi salón.
Después de unos días, estaba esperando a que entrara un maestro a mi salón para la siguiente clase, mi grupo estaba afuera, y vi a alguien caminando hacia la cafetería; la reconocí por su corte de cabello, era Sandra (Cabe mencionar que hasta este punto yo no sabía su nombre, pero lo pongo para hacer referencia a ella).
Baje y me dirigí a la cafetería, fingí demencia, como que no la había visto, pero seguro que se dio cuenta de mi mala actuación, en fin, cuando hicimos contacto visual:
Yo: – Hola, tú eres amiga de Anne, cierto?
Sandra: – De quien?
Yo: – De Anne, la chica de… bla bla bla (la popular de la escuela, ni modo que no supiera quien era)
Sandra: Ah, si, la chava de mi salón
Yo: – Pensé que eran amigas, hace tiempo te vi con ellas.
Sandra: – Pues vamos en el mismo salón, ese día me quede afuera y para que no me hicieran repore, me escondí con ellas, pero no es como que me junte y seamos Best Friends Forever.
Sandra parecía ser todo lo contrario a Anne, parecía más seria, como que necesitaba agarrar confianza, pero a la vez sus respuestas eras muy sinceras, como que no le daba miedo decir la verdad, fuera cual fuera.
Le invite algo por cortesía, pero ella me dijo que así estaba bien, y como ella ya había comprado, pues casi casi se estaba despidiendo.
Yo: – Vas para tu salón?
Sandra: – Si, es que tengo clase
Yo: – Te acompaño?
Sandra: – No, cómo crees? Ni que me fuera a perder de aquí a allá
Yo: – No no, no es porque te pierdas, solo por gusto, por querer acompañarte
Sandra: – Pus si quieres, pero apurale porque no pedí permiso.
En un choque de decisiones, como perrito cuando uno le habla y se queda viendo tratando de entenderle, le propuse:
Yo: Si quieres te acompaño, y luego regreso yo a comprar.
Ella: Seguro?
Yo: Si, si mejor va, te ayudo a cargar algo?
Ella: Pues ya que andas de acomedido, agárrame aquí.
Me dio su café y unos dulces, mientras ella abría un paquete de galletas, y mientras caminábamos, ella iba comiendo.
Yo: Entonces no son amigas?
Sandra: Pues realmente no, a veces le pasó apuntes o nos toca hacer proyectos juntas pero hasta ahí
Yo: Ah ok, yo pensaba que lo eran
Sandra: Pues no andes pensando… jeje
Ella era en cierta forma bromista, como si te dijera Pendejo, pero al soltar su jeje, quedaba implícito que estaba bromeando.
Después de unas preguntas en el camino…
Yo: Que edad tienes?, Vives por aquí?, tienes novio?
Sandra: Muchos, vivo por allá, que te importa jeje
Llegamos a su salón, ella me pidió su café;
Sandra – Dame mi café, ya me voy, no le tomaste verdad?
Yo: – No, no aquí está como nuevo
Sandra: Más te vale, sino me vayas a pegar el parvovirus jeje
Era impresionante la facilidad con la que te agarraba confianza, me dio las gracias a su estilo:
Sandra: – Gracias por ser mi porta café con patas por un rato, ya me voy a meter, porque si no me regaña el pvto ese.
Me dio un beso en la mejilla y se alejo hacia su salón, fue momento en que yo saque el ojo bonico para escanearla, ella llevaba pantalón de mezclilla, y salvo por el corte de cabello no se parecía en nada a lo que yo había visto en aquel barandal.
Yo: – Me habré equivocado?, será su hermana gemela malvada? Habré visto mal aquel día?
Y en lo que la analizaba, ella volteó, y con su mano que llevaba las galletas, yo pensé que me haría una seña como de adiós, pero no, la alzó e hizo un gesto como para ahuyentar perros y se metió.
Me saque de p**o, fui a comprar a la cafetería algo, me pusieron retardo en mi clase, pero no le di más importancia al asunto.
En días siguientes, me la encontré o la veía de lejos, llevaba pantalones de mezclilla o faldas, pero que le daban un estilo como de señora. Un día fui a saludarla, ella llevaba el cabello recogido, y cuando me acerque para darle el beso, me vio de frente y yo pensé
– Hay en la madre, que es eso?
Cambiaba mucho con si peinado de cabello suelto:
Sandra: Hoy me recogí el cabello, es que hace calor y no me gusta traerlo suelto.
Yo: Te ves bien (Claramente mintiendo, pensaba, con razón te tapas la mitad de la jeta)
Sandra: Que vas a comprar?
Yo: Pues un refresco y unas papas, nadamas para matar el hambre.
Sandra: A pues te encargo, un cafe, unos dulces, unas galletas y una paleta para Susana
Yo: (Ni madres, formate tu y la qlera de Susana, en realidad respondí) – Claro, con gusto.
Sandra: Allá voy a estar
Se alejo con una de su salón dejándome un billete de $50 pesos, me había convertido en su perra y me estaba pagando mis servicios acaso?
En fin me forme, intentaba pedir, tal vez me dieron arrimón, pero al final saque lo que me había encargado.
Sandra: – Gracias, y tus papas y refresco?
Yo: – o.0
Sandra: Que menso eres, formate otra vez
En realidad no me cabía todo en la mano, tampoco es que lleve tentáculos.
Yo: No, mejor al rato regreso
Sandra: Ok bueno acompáñanos al salón
Ella iba caminando y hablando con sus amigas mientras yo parecía su guardaespaldas, solo caminando al lado sin ser tomado en cuenta.
Sandra: – Porque no hablas?
Yo: (Porque vas hablando con tus amigas hija de la gran pv…Pensé, pero en realidad mi respuesta fue) – Pues es que no me ha pasado nada interesante.
Sandra: – Eres raro
Yo: – Porque?, no creo pero gracias por decirlo, intentare cambiarlo
Llegamos a su salón, me dieron las gracias,
Sandra: – Gracias, si necesito otro favor te lo haré saber
Yo: – Claro lo que necesite, tú solamente dilo y consideralo hecho (Jaja como dialogo de la Rosa de Guadalupe, pero en verdad dije eso)
Sandra: – Ok, nosotros te llamamos (Como diciéndome, ya parale a tu pdo)
Yo: – Pero como, si no tienes mi número? (Yo todo hocicón)
Sandra: – A pues no, verdad jeje
Yo: – Si quieres te lo paso?
Sandra: Ahí luego, va
Me dio un beso para despedirse, se dio la vuelta y camino hacia sus amigas.
La escaneé brevemente y nuevamente no se parecía en nada a lo que tantas pajas me provoco el primer día.
Al parecer ella siempre se la pasaba en su salón, solo salía a comprar, pero casi todo el tiempo estaba en su salón.
Continúa parte 3—